Éxodo rural
El éxodo rural lleva ocurriendo en la mayoría de países europeos desde la segunda mitad del siglo XX. Los jóvenes emigran a las ciudades buscando oportunidades de trabajo, mejores condiciones laborales y de vida y salarios más altos que los que se pueden conseguir trabajando en el campo. A largo plazo el imparable éxodo rural que se ha producido hacia los centros urbanos junto con un crecimiento natural negativo de la población rural ha dado lugar a una dinámica imparable de disminución de la población en muchos territorios de la Unión Europea, generando además grandes diferencias poblacionales y territoriales dentro de un mismo país. En España y en Cataluña encontramos ya hoy en día lo que se conoce como “desiertos demográficos”.
Los problemas de las zonas rurales
Varios informes de la Comisión Europea han identificado varios problemas que sufren las zonas urbanas y que agravan el propio éxodo rural:
- El envejecimiento de la población
- Lejanía
- Falta de servicios educativos
- Difícil o nulo acceso al mercado laboral (más desempleo y más estacional)
Todas estas características son típicas de las zonas rurales pero es que además también lo son de las zonas subdesarrolladas. Según varios informes a nivel europeo, de continuar las actuales tendencias económicas y demográficas, cabría esperar que un número cada vez mayor de regiones se clasificasen como «despobladas y menos desarrolladas». En Cataluña el éxodo es especialmente intenso en las áreas centro y oeste, estando la población concentrada principalmente en la costa.
Contradicciones demográficas
Una contradicción que juega en contra del éxodo rural donde se acumulan los jóvenes sin empleo mientras que hay pueblos y aldeas que necesitan desesperadamente empleados para trabajar en la tierra o que tienen sus tierras abandonadas y sin darles ningún uso. El progresivo envejecimiento de la sociedad no hace sino agravar esta situación, con unos gobiernos cada vez más necesitados de recursos en materia de salud y prestaciones sociales para sostener a una población cada vez más envejecida. En Cataluña en 2035 una de cada cuatro personas tendrás 65 años o más.
Cómo hacer atractivas las zonas rurales
Atraer a los jóvenes es indispensable para resucitar las áreas rurales, evitar el cierre de escuelas y mantener vivos los pequeños pueblos. Es esencial encontrar el enfoque adecuado para que la migración de las zonas urbanas hacia las rurales se convierta en una realidad y en una solución para ambas partes.
Necesidades rurales
Por una parte, las zonas rurales necesitan trabajadores y empresarios que apuesten por ellas para estimular su economía local.
Una de las soluciones que ya se está llevando a cabo es la promoción del patrimonio natural y cultural de esas regiones a fin de aumentar el turismo y poner el valor los productos locales.
Hay una tendencia creciente de viajeros y turistas que buscan experiencias locales auténticas y paisajes vírgenes y alejados del bullicio de las urbes que sólo las zonas rurales pueden ofrecer.
Soluciones urbanas
Por otra parte, desde la crisis económica de 2008, el desempleo ha aumentado en todo Cataluña y todavía no se ha llegado a los niveles pre-crisis. La migración del campo a la ciudad puede ofrecer una oportunidad de trabajo a los jóvenes y también puede ser una solución para las familias que no pueden hacer frente al aumento del costo de la vida en las ciudades.
Potenciando el éxodo hacia los pueblos
Con la mejora de las telecomunicaciones es posible ahora mismo trabajar en remoto desde cualquier lugar, por lo que aquellos trabajadores que pueden trabajar a distancia tienen una oportunidad de salir de las ciudades si los pueblos ofrecen lo que necesitan. Muchos ayuntamientos ya han puesto en marcha distintos tipos de incentivos para repoblar las zonas rurales, desde viviendas sociales de bajo alquiler para familias con niños y jóvenes, hasta exenciones fiscales y ayudas para el comedor escolar y los libros.
Las zonas rurales pueden convertirse en lugares de oportunidad, pero hacer la transición requiere una gran inversión. Por ello, se hace indispensable una estrategia y una política común entre las diferentes administraciones locales, nacionales y europeas para luchar contra la despoblación a nivel nacional, habida cuenta de que se manifiesta en muchos territorios catalanes.